JuanDa,
Mar, Dani, La JoVan, Belén y su pastel de carne, Hugo, Chooper James, Caballo,
Víctor, Ezman, la sepia y los boquerones, David Pardo, Ángel, Rizos, los Get
Monkeys (espectacular grupo de cachondos), Sara y Luismi (La Cabeza Motorcycles),
La Pacheca, Manolo, Marta, Laura, Vicente, los conciertos, Javi Arias, Victor
Romero, Sergi Arola, La Bonita, Casa Juanito y su arroz a banda, el carajillo
de Marie Brizard, Laura, el bike show, San Cristóbal, el puesto de los
cinturones, Jack Daniel’s Cola, Luciano, los feriantes franceses de Niglo, los
choppers radicales, la hamburguesa del Belumar, el old school, Javi King,
Carlos, Cepas, Deng y su chica, Raúl y Eva, Carlos “Ofrenda”, Ángel
“Cascoscuro”, Adolfo Bonneville y su badulaque itinerante, Chimo, “Chano”,
Vero, Paloma, agua de Vichy, gasolina, sol, playa, mar…
Un cuaderno de viaje por la ruta de la vida con la única pretensión de compartir lo que pienso, lo que me gusta, lo que me ocurre, lo que siento... Aprender cada día algo con los ojos bien abiertos.
lunes, 16 de septiembre de 2013
jueves, 12 de septiembre de 2013
A propósito de Cataluña.
Estoy un poco harto del tema de la petición de independencia de Cataluña, la verdad. Personalmente creo en que todo puede ser modificable si existe voluntad de entenderse pero me siento agredido cuando leo las grandes mentiras del nacionalismo separatista. Cuando veo pancartas que ponen "Libertad para Cataluña" me quedo decepcionado de que tanta gente se haya perdido las clases de Historia en el colegio. Cuando leo que la consulta debe hacerse sí o sí me invade la tristeza de pensar que para la izquierda catalana la democracia no significa lo mismo que para los demás (me estoy refiriendo con esto a unas declaraciones del máximo representante de ERC); que las leyes están sólo para beneficiarse de ellas o en último caso ignorarlas. Vivimos en un país, España, regido por una Constitución que enmarca las normas de convivencia comunes y uno no puede saltarse a la torera la Carta Magna cuando le viene en gana... y sin contar con el resto de los españoles, que también tenemos nuestros deberes y derechos.
Como persona poco nacionalista pido respeto para quienes defienden la independencia de Cataluña... y para los que abogan por la unidad de España. No vale descalificar a los nacionalistas españoles de fachas simplemente porque piensen distinto.
No soy partidario de continuar adelante con quien no quiere ir conmigo y en este sentido defiendo la necesidad de hablar con los adalides del separatismo, pero desde la legalidad, el respeto a los intereses mutuos y, sobre todo, desde la verdad. Las mentiras han traído demasiadas tragedias a lo largo de la Historia.
Vivo en Madrid y soy ciudadano español aunque eso no signifique demasiado para mí, una pura cuestión de azar, pero estoy sometido a unas leyes que no deseo que sean distintas para ningún conciudadano, sea de la parte de España que sea. Yo también quiero modificar la Constitución. Yo también quiero emitir mi opinión sobre la independencia de Cataluña (aunque sólo sirva para que aquellos sepan lo que el resto de españoles opinamos). Yo también quiero decidir mi futuro. Yo también quiero acabar con la corrupción. Yo también quiero desprenderme de tanto zoquete. Y yo también quiero ser libre, al menos, de las estupideces.
Como persona poco nacionalista pido respeto para quienes defienden la independencia de Cataluña... y para los que abogan por la unidad de España. No vale descalificar a los nacionalistas españoles de fachas simplemente porque piensen distinto.
No soy partidario de continuar adelante con quien no quiere ir conmigo y en este sentido defiendo la necesidad de hablar con los adalides del separatismo, pero desde la legalidad, el respeto a los intereses mutuos y, sobre todo, desde la verdad. Las mentiras han traído demasiadas tragedias a lo largo de la Historia.
Vivo en Madrid y soy ciudadano español aunque eso no signifique demasiado para mí, una pura cuestión de azar, pero estoy sometido a unas leyes que no deseo que sean distintas para ningún conciudadano, sea de la parte de España que sea. Yo también quiero modificar la Constitución. Yo también quiero emitir mi opinión sobre la independencia de Cataluña (aunque sólo sirva para que aquellos sepan lo que el resto de españoles opinamos). Yo también quiero decidir mi futuro. Yo también quiero acabar con la corrupción. Yo también quiero desprenderme de tanto zoquete. Y yo también quiero ser libre, al menos, de las estupideces.
martes, 3 de septiembre de 2013
PERMISO PARA ABANDONAR LA NAVE (artículo para ChopperOn.es, septiembre 2013).
Will you recognise me?
Call my name or walk on by.
Rain keeps falling, rain
keeps falling
Down, down, down, down
Hey, hey, hey, hey
Ohhhh.....
Hace
un lustro ya que acudí a la llamada urgente para enrolarme en un navío de
incierto rumbo y de nombre pretencioso: ChopperOn. Toda la tripulación reclutada
a fuerza de buena voluntad era inexperta en estas lides y, sin embargo, 60
números después la revista sigue viva, repartiendo acero cada mes con la
patente de corso que otorga la propia voluntad de seguir adelante. Han sido
seis decenas de ejemplares, mas el especial coleccionistas en papel, en el que
nunca he faltado a la cita con los lectores, a pesar de las duras tormentas que
hemos capeado y los avatares de salud que me han asolado en este tiempo.
Durante las miles de líneas publicadas en este espacio he intentado expresar mi
opinión sobre distintos temas, directa o indirectamente ligadas con el mundo de
la moto, a veces apretando el acelerador bajo la indignación, otras al ralentí
del sosiego aventurero o bien dejándome llevar por el camino sinuoso de la
ironía. Algunas opiniones han sido criticadas de manera incendiaria,
otorgándome epítetos que sólo pueden hacerse desde el desconocimiento de mi persona
y otras, en cambio, han causado la misma reacción que la que se produce frente
a la hoja que termina su vida en el árbol e inicia su vuelo de descenso hasta
la tierra, o sea, indiferencia suma. La verdad, siempre he preferido las
reacciones virulentas a la apatía. Sea como fuere, mi intención ha sido batirme
honestamente desde el castillo de proa frente a cualquier cuestión que se
cruzase en la travesía. Estoy razonablemente tranquilo en este sentido,
vencedor o vencido mi lucha ha sido noble, ajustada a las estrictas reglas del
combate y prolongada hasta la extenuación. Sin embargo me queda un cierto sabor
amargo al no haber conseguido mover a los lectores hacia el debate de las
ideas. Quizá no fuese el objetivo, pero sí, lo confieso, mi secreto afán. Tan
sólo un reducido número de personas
desenvainaron sus argumentos para batirse conmigo en duelos privados. A
todas ellas, mi sincero agradecimiento por sus acertadas aportaciones críticas
que me han hecho mejorar; cada estocada recibida es ya una cicatriz en el
conocimiento, en la memoria.
Don't you forget about me.
I'll be alone, dancing you
know it baby.
Going to take you apart
I'll put us back together
at heart, baby.
Don't You Forget About Me
Y
sin embargo ha llegado el momento de desembarcar en este puerto de septiembre,
dirigiendo esfuerzos y pluma hacia otros derroteros que necesitan de toda mi
energía para salir airosos, por lo que éste es mi último artículo mensual, para
alivio de algunos. La vida se conforma a base de un cúmulo de caprichos que en
general resultan tan complicados como inesperados y a menudo el desempeño de la
acometida se convierte en un esqueleto exógeno que sostiene nuestra razón de
ser, de sentir y actuar. Por eso abandono una tripulación que se encuentra en
un gran momento y me retiro a vivir nuevas aventuras en un islote tumultuoso y
complicado, muy alejado del concepto paradisíaco. No sé si la nave de ChopperOn
volverá a detenerse en este puerto y si en ese caso volverá a haber sitio para
un viejo corsario, pero es un riesgo que debo correr si pretendo ser honesto
conmigo mismo. Tempus fugit, ya se
sabe.
As you walk on by
Will you call my name?
As you walk on by
Will you call my name?
When you walk away
Por
último, si bien durante este tiempo he firmado bajo el seudónimo Honor Vincit por una sencilla cuestión de exagerado pudor, hoy he
decidido despedirme de mis lectores usando mi propio nombre para desearles cara
a cara el mayor éxito en la vida. A todos, sin excepción, mi profunda gratitud
y reconocimiento por su paciencia y afán en leerme.
Capitán,
pido permiso para abandonar la nave.
Ferdi Cueto (Honor Vincit)
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