lunes, 23 de mayo de 2016

Libros y folios en blanco.

Pasé la niñez con historias banales que, sin embargo, me atrapaban hasta que los ojos vencían las ganas de saber más. Crecí a través de lugares desconocidos, viviendo aventuras incribles, y maduré con lecturas sesudas intentando comprender la historia y el mundo en el que vivía. Hoy, sigo disfrutando de la lectura de historias varias que me trasladan a otros escenarios, conociendo personajes que amo u odio, y sigo aprendiendo de ensayos que un buen amigo define "para gafotas". Me encanta leer, sí, disfruto en una librería cuando un ejemplar llama mi atención. Entonces salgo con él en la mano como si se tratase del mejor trofeo del mundo. Y me gusta escribir, también es verdad. Tengo mucho escrito aunque bastante menos publicado, pero saboreo la incertidumbre de enfrentarme a la hoja en blanco armado con una pluma. Siempre he aspirado a vivir de mi escritura y en cierto modo lo he conseguido durante 30 años redactando anuncios publicitarios. No es lo mismo, desde luego, pero algo es algo. Sin  la pasión de escribir, de contar historias, no hubiese podido hacerlo.
Leo el artículo de Javier Marías en El País Semanal http://elpaissemanal.elpais.com/columna/distintos-y-discriminados/?id_externo_rsoc=FB_CC y siento pena de como se trata a los escritores en nuestro país. Él lo explica mejor que yo así que recomiendo su lectura. "No se olvide que, si un libro cuesta veinte euros, a quien lo creó le corresponde percibir sólo dos, el 10%, o incluso menos si la edición es de bolsillo", explica el gran escritor. Parece mentira que un creador sea tratado de esta manera pero es la sociedad que hemos creado. Y eso que él tiene agente y editorial. Del otro lado somos muchos los escritores ignorados que arriesgamos nuestro capital para que nuestras obras puedan ver la luz. Evidentemente las posibilidades de poder vivir de ello son prácticamente inexistentes pero seguimos en la brecha por amor, por un desbocado amor a la literatura. 
Ahora que mi segunda novela está a punto de ver la luz gracias al apoyo de amigos y familiares, anuncio que seguiré escribiendo con la ilusión del novato. Un montón de folios emborronados dan fe de ello.