Con el largo de tus besos
cortaría yo la piel de mi vestido,
recio traje a la medida de mis sueños.
Con la espuma de tu boca
bañaría cada pliegue de mi cuerpo.
Por el dulce despertar de tus caderas
me dejaría conducir en el infierno
la eternidad que tú quisieras.
Cuando quieras escuchar lo que te quiero
puede que perdones mis deslices,
puede que me acojas en tu seno.
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