jueves, 11 de agosto de 2016

Pierrette, mi resistente favorita.

Hace pocos años conocí a una mujer fascinante de la que había oído hablar mucho a su sobrino. Sabía más de lo que ella podía imaginar pero nada me había preparado para el impacto que me produjo la enorme fuerza que desprendía aquella menuda figura, sonriente y amistosa, que tardó muy poco en ofrecernos un bourbon de aperitivo.
Pasamos un rato muy agradable en el que  disfrutamos de un magret de pato delicioso, naturalmente cocinado por ella, y conversamos mucho, a pesar de no hablar el mismo idioma. Es curioso como dos personas pueden entenderse perfectamente si se lo proponen.
Me contó algunas cosas de su paso por la Resistencia durante la Segunda Guerra Mundial que me guardo como recuerdo y me dije que si hubiese más personas como Pierrette en el mundo las cosas marcharían en la dirección correcta.
En la foto sostiene el libro de poemas "Adiós a Nosotros" que le ha llevado JuanDa (gracias, bro), con una dedicatoria especial. No me cabe duda alguna de que lo leerá hasta el final. El poema que pongo a contnuación, escrito muchos años antes de conocerla, sirve como homenaje a la vida, a la determinación y a la fuerza de Pierrette Roubenne. Quizá la última resistente.


“Resiste”

Resiste quien aguanta malos tragos.
Resiste quien se afana en respirar.
Resiste los mazazos que te han dado.
Resiste, la campana ha de tocar.

Resiste por los versos silenciados.
Resiste por la angustia de morir.
Resiste el condenado que ha robado.
Resiste el inocente ¡Ay de ti!

Resiste que los tiempos no han cambiado.
Resiste, que aún te queda por penar.
Resiste, que la historia se ha truncado.
Resiste, que no hay consuelo al llorar.

Resiste en el afán de ser juzgado.
Resiste con el ansia de vivir.
Resiste, la batalla no ha acabado.
Resiste, no es aún hora de morir.