Un cuaderno de viaje por la ruta de la vida con la única pretensión de compartir lo que pienso, lo que me gusta, lo que me ocurre, lo que siento... Aprender cada día algo con los ojos bien abiertos.
lunes, 28 de junio de 2010
Las esquinas hablan...
http://www.yorokobu.es/2010/06/28/lo-que-cuentan-las-esquinas-por-idamor-fernandez-y-pepe-perez-dorao/
jueves, 24 de junio de 2010
LAS DUDAS DE JULIA (FOMENTO,13)
Tras 5 años de dudas por fin me he decidido a publicar mi primera novela y, harto de enviar manuscritos a las editoriales, lo he hecho en BUBOK, una editorial online. Yo corro con el riesgo...pero también con la ilusión de la aventura. El que esté interesado puede verla y/o adquirirla en:
http://ferdicueto.bubok.com/
Eso sí, os aconsejo marcar la opción ECONOMY de envío y no marcar el SEGURO DE ENVÍO para que no encarezca el precio final. De este modo el PVP será de 15,7€, algo que me parece razonable.
También está la opción de bajarse el PDF por sólo 2,50€.
Gracias a todos de antemano.
jueves, 10 de junio de 2010
Rooms On Fire (Stevie Nicks)
Somewhere out in the back of your mind comes your real life and the life that you know
tt seems like it was the creation of some of those same old things.It seemed to be the only thing left out in the light.
She had trusted many but been unfamiliar with almost everyone but you.
Well, maybe I'm just thinking that the rooms are all on fire, everytime that you walk in the room.
Well, there is magic all around you, if I do say so myself. I have known this much longer than I've known you...
tt seems like it was the creation of some of those same old things.It seemed to be the only thing left out in the light.
She had trusted many but been unfamiliar with almost everyone but you.
Well, maybe I'm just thinking that the rooms are all on fire, everytime that you walk in the room.
Well, there is magic all around you, if I do say so myself. I have known this much longer than I've known you...
miércoles, 9 de junio de 2010
¡A POR LA VIDA! (artículo para ChopperOn, junio 2010)
No deja de ser paradójico que alguien tan abocado al pesimismo y la fatalidad,como es el que suscribe, haya fundado un grupo en Facebook comprometido con el optimismo: El Poder de las Palabras. No se dejen engañar por el título, no se trata de un foro de discusión donde se prima el poder del diálogo, más bien supone un grupo de optimismo que intenta mantener alto el estado de ánimo en estos tiempos de incierto porvenir.
Muchas veces me he preguntado qué extraña pócima podía aportar yo a la esperanza en la aldea global. La verdad es que la respuesta no estaba donde yo creía que debía buscarla, en mi cabeza, si no en los demás. Me explico, la verdadera grandeza de El Poder de las Palabras no germina desde la semilla de lo que yo pueda trasladar a los demás, al contrario se encuentra en lo que las personas que lo integran y se animan a participar me proporcionan a mí. Son ellos los que insuflan optimismo a mi vida; contagian su alegría, comparten sus sentimientos y provocan sonrisas con sus ocurrencias. Da que pensar que unos meses después de su creación ya seamos más de quinientos los “palabreros” que cada día escribimos o simplemente consultamos el MURO en busca de… lo que sea que le motiva a cada uno.
Me pongo a reflexionar y veo que es lo más parecido a una hermandad que conozco. No tengo el gusto de haber alternado con la inmensa mayoría de ellos y, sin embargo, los siento muy próximos en la fidelidad de una causa que no responde a intereses crematísticos ni causas bastardas. Hoy, sobrepasado por la dimensión que ha alcanzado el grupo, me confieso enganchado a todas aquellas palabras que esconden tras de sí rostros con vidas seguro muy dispares pero con un importante punto en común que fortalece una unión más sólida que la de muchos de los grupos a los que he pertenecido: transmitir alegría.
Me declaro satisfecho de que en el mismo se junte un buen puñado de amigos de las dos ruedas, aunque echo de menos a otros que pensé que estarían. No los censuro por su ausencia, al fin y al cabo me demuestran su cariño en todas las ocasiones que se prestan. Pero eso es lo bueno de la amistad, que no se circunscribe a otra cosa que no sea la afinidad personal, considerando las aficiones comunes un mero escenario compartido, ciertamente importante a la hora de juntarse, sí, pero nunca determinante como elemento afianzador de relaciones plenas. Digo esto desde el respeto y el cariño a todos los que considero conocidos, amigos, colegas y los –muy pocos- carnales. La mochila de mis relaciones es cada vez más grande y, ante mi sorpresa, he descubierto que es liviana de llevar. A cada uno le corresponde un compartimento, aunque muchos de ellos se alojan en dos o más porque nos une más de un aspecto. Lo que me recuerda que dentro de pocos días me juntaré con varios de ellos en la mejor reunión de amigos de Harley- Davidson que conozco: el ROCK’N’ROAD que se celebra a mediados de este mes en León. La única que no me pierdo por nada del mundo, cita obligada de este nómada del romanticismo y de otros tantos. Este año, además, llevaré en la mochila a los casi quinientos “palabreros” miembros de una nueva hermandad creada para ir a por la vida. Optimismo sin cuartel que engancha. Ya lo creo.
27 mayo 2010
Muchas veces me he preguntado qué extraña pócima podía aportar yo a la esperanza en la aldea global. La verdad es que la respuesta no estaba donde yo creía que debía buscarla, en mi cabeza, si no en los demás. Me explico, la verdadera grandeza de El Poder de las Palabras no germina desde la semilla de lo que yo pueda trasladar a los demás, al contrario se encuentra en lo que las personas que lo integran y se animan a participar me proporcionan a mí. Son ellos los que insuflan optimismo a mi vida; contagian su alegría, comparten sus sentimientos y provocan sonrisas con sus ocurrencias. Da que pensar que unos meses después de su creación ya seamos más de quinientos los “palabreros” que cada día escribimos o simplemente consultamos el MURO en busca de… lo que sea que le motiva a cada uno.
Me pongo a reflexionar y veo que es lo más parecido a una hermandad que conozco. No tengo el gusto de haber alternado con la inmensa mayoría de ellos y, sin embargo, los siento muy próximos en la fidelidad de una causa que no responde a intereses crematísticos ni causas bastardas. Hoy, sobrepasado por la dimensión que ha alcanzado el grupo, me confieso enganchado a todas aquellas palabras que esconden tras de sí rostros con vidas seguro muy dispares pero con un importante punto en común que fortalece una unión más sólida que la de muchos de los grupos a los que he pertenecido: transmitir alegría.
Me declaro satisfecho de que en el mismo se junte un buen puñado de amigos de las dos ruedas, aunque echo de menos a otros que pensé que estarían. No los censuro por su ausencia, al fin y al cabo me demuestran su cariño en todas las ocasiones que se prestan. Pero eso es lo bueno de la amistad, que no se circunscribe a otra cosa que no sea la afinidad personal, considerando las aficiones comunes un mero escenario compartido, ciertamente importante a la hora de juntarse, sí, pero nunca determinante como elemento afianzador de relaciones plenas. Digo esto desde el respeto y el cariño a todos los que considero conocidos, amigos, colegas y los –muy pocos- carnales. La mochila de mis relaciones es cada vez más grande y, ante mi sorpresa, he descubierto que es liviana de llevar. A cada uno le corresponde un compartimento, aunque muchos de ellos se alojan en dos o más porque nos une más de un aspecto. Lo que me recuerda que dentro de pocos días me juntaré con varios de ellos en la mejor reunión de amigos de Harley- Davidson que conozco: el ROCK’N’ROAD que se celebra a mediados de este mes en León. La única que no me pierdo por nada del mundo, cita obligada de este nómada del romanticismo y de otros tantos. Este año, además, llevaré en la mochila a los casi quinientos “palabreros” miembros de una nueva hermandad creada para ir a por la vida. Optimismo sin cuartel que engancha. Ya lo creo.
27 mayo 2010
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