lunes, 8 de marzo de 2010

Tolerancia VS sí misma

Vivimos en un mundo de extremos en el que hasta las personas más tranquilas suelen adoptar posiciones radicales. Basta con asistir a una cena con amigos para ver como las posiciones entre los integrantes suelen ser extremas, aunque no se manifiesten de forma estridente. La verdad es que la frase Hablando se entiende la gente me parece, cada vez más, una gran mentira. Lo normal es que nadie se entienda, sólo se termine el debate por un desencuentro profundo o por falta de argumentación adicional. Esto es así porque, para entenderse cuando se habla desde posiciones contrapuestas, dos personas deben tener:
  1. Voluntad de dialogar sin ofender, acusar o querer quedar por encima del otro.
  2. Voluntad de escuchar y entender al contrario para, si llega el caso, modificar el propio pensamiento.
Y estos dos requisitos, reconozcámoslo, no se dan casi nunca.
No seré yo quien deje de intentarlo, pero va resultando una tarea agotadora a medida que uno se va haciendo mayor. Por lo previsible del resultado, digo.

5 comentarios:

  1. Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaajjj... Mebadar un patatús...

    Ajajajajbrazo Fuejejejejejrte, maaaanjjjjjaaaannn...

    Lujijijis Cevajajajajllos-Escajajajajlera

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  2. Ay, este púpilo de Labra, que de tanto folgar con hembra arisca se asombra ahora del pecado del orgullo, que no de soberbia -que qué más quisieran tantos-, que afecta al ser humano en su faceta gregaria como aguijón de abeja mosqueada... Si es ahora, mi querido amigo admirado, cuando realizas que la tolerancia con lo del ajeno tan sólo figura en la teórica y que cuando la praxis aprieta lo que aparece es su contraria, debo reconocerte con envidia una ingenuidad impropia de tu veteranía. Y es esta imagen la que ha provocado una risa incontenible y que aun permanece, más quieta, en mi semblante: la de tu porte asistiendo, por ejemplo, a alguna diátriba que enfrenta a amigos que, sin saberlo, no lo son tanto en tanto sus interiores no se habían mostrado jamás.



    También soy consciente de la falta de vitaminas que provoca un invierno largo y oscuro como el que vivimos: mal humor, defensas bajas, cansancio, etc. Que influye en el repente de cualquiera y le hace aparecer como quien realmente no es. Y me incluyo.



    Siento haber exhibido mi risa tan impúdicamente y haber causado tu extrañeza, me disculpo y me declaro lector de tus bolis de manera impenitente.



    Gran abrazo,

    Luis Cevallos-Escalera-on-his-knees.

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  3. No sé qué pensar, la verdad. En cualquier caso, siempre celebro tus palabras, amigo.

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  4. Inevitable suscribir absolutamente el brillante comentario de Luis a tu "asombrada" exposición!!!

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  5. Don Luís siempre es ágil y oportuno... ¡Aunque a veces ni yo mismo le entienda!

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