martes, 2 de febrero de 2010

The Pan Within (artículo publicado en ChopperOn, febrero de 2010)

Come with me on a journey beneath the skin. Come with me on a journey under the skin.*

La conocí una noche de luna inquietante. Me sorprendió ver que su piel absorbía la luz que recibía, mostrándola mágica y misteriosa. No quiso decirme su nombre y también se negó a que intentase adivinarlo. “Juguemos a que soy quien tú querías encontrar”, me dijo. Acepté y la seguí durante horas por la senda de la incertidumbre. Viajando sin saber todavía como me condujo allá donde las palabras se inventaron; atravesamos valles de lágrimas y ríos de pasión; visitamos Asgard y saludamos a los dioses nórdicos que esperaban nuestra visita. En compañía de Oscar Wide libamos las ansias en copas gigantescas de hidromiel y reímos en medio del lago Estigia, burlándonos de nuestros temores, y exploramos los planetas cercanos antes de juntar nuestros labios sobre las estrellas.

Close your eyes, breathe show, we'll begin to look together for the Pan within.

Me sentí flotar de su mano cálida. A veces inmenso, otras minúsculo e indefenso. La sinfonía de los grillos se convirtió en nuestra canción. A su ritmo bailamos sobre las ruinas del infierno y llegamos a tocar el timbre de San Pedro antes de salir corriendo y ocultarnos tras una nube peregrina que torció el gesto ante nuestra travesura. Fuimos amantes entregados al orgullo del amor sin tiempo; fuimos compañeros del sexo sentido. Me abrió las puertas del deseo y me concedió todo lo que se me antojó. Las mujeres me sonrieron y los hombres reconocieron mi suerte inmensa. Gene y Eddie se acercaron a chocar sus copas con las mías. Santi me obsequió con una corona de laurel, William me tendió la petaca, compartí la pesca del Merlin con Ernest y hasta Churchill me dedicó un breve, pero amistoso saludo, desde un Chester corinto…

Swing your hips, loose your head and let it spin and we will look together for the Pan within.

Hicimos el amor tantas veces que dejé de imaginarlas. Pinté sobre su espalda un poema de amor improvisado; ella me correspondió dibujando mi nombre en el cielo de Orión y subimos hasta el monte de los Mil Nombres para gritar nuestro compromiso a la eternidad. Tatuamos nuestras intenciones ante el altar de los poetas malditos y detuvimos un instante el odio de los hombres, que cambiaron sus armas por claveles rojos.

The stars are alive and nights like these were bornto be sanctified by you and me.

Al salir el sol me dijo que debía marcharse. “¿Cuando nos volveremos a ver?”, pregunté desconcertado. Sonrió llevándose un dedo a los labios que inmediatamente después condujo hacia los míos. “Cierra los ojos y sueña que estás despierto”, me dijo. Así lo hice y fue entonces cuando descubrí que mi corazón había huido con ella.

* The Pan within es un tema de The Waterboys.
Febrero 2010

6 comentarios:

  1. Precioso... Me ha puesto la carne de gallina...

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  2. Me atrevo a repetir: Es maravilloso! Una demostración más de que eres un gran escritor.

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  3. Gracias por tus palabras. me animan a seguir.

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  4. Dentro de nada la novela...y más

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  5. Eso sigue siendo un sueño pero...

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