Un cuaderno de viaje por la ruta de la vida con la única pretensión de compartir lo que pienso, lo que me gusta, lo que me ocurre, lo que siento... Aprender cada día algo con los ojos bien abiertos.
lunes, 4 de abril de 2011
¿QUÉ HAY DE NUEVO… Y DE BUENO? (artículo escrito para el número de marzo 2011 de ChopperOn.es)
Ya es primavera, aunque lo diga El Corte Inglés. Se ha adelantado una hora el reloj y disfrutamos de más horas de luz. Los cielos parecen más amables y se diría que quieren participar de una nueva alegría. Muchas personas renuevan sus propósitos de mejora y hasta La Bonita se está sometiendo a una operación – de las de verdad - de adelgazamiento para rejuvenecerse. Visto así la cosa pinta bien, pero no nos engañemos, nada ha cambiado mucho desde la última vez que nos vimos y se sigue utilizando la anécdota para elevarla a categoría de lo que sea menester en la brevedad del momento. Algo así ocurre con el nuevo Manual de Reformas de Vehículos que nos tiene en pie de guerra estas últimas semanas. Nadie parece saber mucho sobre él, las opiniones son diversas y no contribuyen a clarificar la situación, pero nos tiene a los motoristas revolucionados y con los testículos tan contraídos que cuesta encontrarlos. El que suscribe, al menos, no sabe donde posicionarse en este tema, no en cuanto a la transformación de la testiculina, en ese caso preciso estoy con los demás. Como decía, tras años de meditación he decidido someter a La Bonita, una preciosa Road King del 97, a una operación de adelgazamiento. Poca cosa, quitar maletas, eliminar soportes, redefinir los escapes en dos en uno y cambiar el manillar por un cuelgamonos (apehunger para los puristas). Craso error en el peor momento posible. Desde entonces vivo tan acongojado como Manu Chao tocando en un festival de la DEA. Las dudas me asaltan a cada momento. No sé si me van a crujir los comisarios políticos de la ITV o si el Gobierno me marcará a fuego la palabra revoltoso en la frente. Por un lado me dicen que homologar un manillar rondará los mil leuros de vellón, cifra que ha hecho que mis dos testigos cojonciales hayan desaparecido literalmente, pasando de ser macho alfa a algo irreproducible en estas líneas. Por otro, el amigo Luís cuelga en Facebook que el manual no afectará a las motos. ¡Buuuf! Respiro aliviado. El niño de Olavide argumenta que hay que reposar un manual que no está nada claro y hay que comprenderlo antes de lanzar nuestra rabia en operaciones fútiles que nada de bueno arrojan sobre la causa. Un nuevo palmetazo de optimismo me reconforta. Echo de menos una verdadera dirección del problema en cuanto al colectivo. Una vez más clamo desde aquí a la unión de la gente de las dos ruedas para intentar solucionar un enigma que me tiene en vilo desde que comenzó. No tengo edad para ser proscrito, ni ganas, esa es la verdad, y me gustaría cumplir con la Ley en la medida de lo posible pero sin que eso signifique someterme al dictado caprichoso de la suerte de quien me toque en la ITV. ¿Es mucho pedir que se aclare la normativa? Visto desde una suficiente ignorancia parece una situación de monopolio de las distintas marcas, ya que no se podrá instalar nada que no venga de ellas. Si esto es cierto ¿es justo que se fomente la tiranía del monopolio en contra de la libertad de los usuarios? No entiendo nada de lo que se hace y mucho menos el por qué de la medida, tal y como se está comentando en los mentideros. ¿Será La Bonita una moto proscrita cuando termine su cura? Dios mío, esto es un sin vivir. No duermo tranquilo. Que alguien me saque de dudas cuanto antes… o corro el riesgo de convertirme en un SAMCRO cualquiera. Mientras tanto, lo más prudente será dejar lo del manillar para otra ocasión y aferrarme al mío con la intención de seguir incordiando al Sr. Navarro a base de no tener un accidente en la moto. Aunque no lo crean le jode bastante.
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